Para todo aquel que es fanático de los autos japoneses y los espectaculares autos deportivos de los 90, puede que se pregunten por qué nadie superó la cifra de los 280 CV mientras que en los Estados Unidos o Europa esa cifra se ha superado con gran diferencia. A este suceso, se le conoce como el famoso Pacto de Caballeros.
Fotografía: WallpapperFlare.com - Nissan Skyline R34, Toyota Supra Mk4 , Mazda RX7
Definitivamente no surgió por razones mecánicas. En esta época reinaban los Toyota con su famoso 2JZ-GTE, los Nissan RB26DETT o el Mazda RX-7 Wankel de la era de su motor rotativo biturbo. El gobierno japonés propuso las siguientes restricciones.
Accidentes: “La culpa de los deportivos”
En la década de los 90’s y algunos años anteriores, Japón experimentó un aumento sin precedentes de accidentes de tráfico y muertes. Esto se puede atribuir al crecimiento exponencial de los vehículos en la sociedad, lo que generalizó esta forma de movilidad.
Fotografía: Pinterest JDMLovers - Nissan 180 SX Tuned
Tal vez ésta terrible situación se debía a las condiciones de la carretera o de la falta de una buena formación hacia los conductores. Después de todo, la seguridad de los automóviles no era la mejor en ese momento, condiciones que afectaron al resto del mundo automovilístico en dicha época.
Para los políticos, el problema es la velocidad de los autos deportivos. En aquel entonces, la velocidad máxima estaba limitada a 180 km/h, pero no funcionó. A fines de la década de 1980, se recomendó limitar directamente la potencia del automóvil.
El primer coche JDM que se vio afectado fue el Nissan 300ZX Twin Turbo. Desde entonces, absolutamente todos respetaron esta norma. Grandes nombres como los Nissan Skyline, los Toyota Supra, el Mazda RX-7 o el Mitsubishi 3000GT no pasaron de 280 CV en ficha técnica.
Fotografía: Pt Works WallpapperFlare.com - Nissan Skyline R34, Toyota Supra Mk4 , Mazda RX7
Una bella mentira: Su potencia
Ahora estos autos funcionan mucho mejor que lo anunciado. En estudios de dinamómetro posteriores, se sabía que coches como el Nissan Skyline GT-R R34 superaban los 320 CV, el Mazda RX-7 FD3S estaba muy por encima de esto y así sucesivamente.
Esos motores de alto rendimiento no pudieron soportarlo, y las limitaciones de la hoja de datos llevaron a un gran auge de modificaciones, pionero en Japón hace dos décadas en disciplinas callejeras como la deriva o la resistencia.
En 2004, la Asociación de Fabricantes de Automóviles de Japón anunció que no se habían realizado investigaciones serias que relacionaran la velocidad de tales autos con la tasa de mortalidad en las carreteras del país, por lo que las marcas terminaron con el pacto de caballeros.
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